
Fueron los años
que yací en penumbra
los que incendiaron
secretos y espacios
y abatieron las nubes de polvo
cernidas en pueriles conjeturas.
Se hicieron tácitas las fatigas
entre los días y las noches
con el tiempo que dejé de ver
la sed que dejé pasar.
Hoy, que tan lejana
veo la marea
Voy, con serenidad
en busca de mi sendero.
©
Pd. Pequeño delirio existencial.